Hay postres que no necesitan presentación, solo una cocina con olor a canela y manzana caliente. Esta tarta de manzana casera es eso: una receta sencilla que transforma cualquier tarde común en un recuerdo bonito.
No hace falta ser repostero ni tener ingredientes exóticos. Solo ganas de preparar algo rico, un molde, unas manzanas, y ese toque cálido que da el horno cuando uno lo enciende para regalar alegría.
Lo mejor de esta tarta es su equilibrio: la masa es suave, jugosa y ligera, con el dulzor justo, y la capa de manzanas doradas queda como un abanico que da gusto mirar… y más gusto aún comer.
Es ideal para acompañar una merienda, sorprender en una comida familiar o llevar a casa de alguien sin miedo a equivocarse. Y si la sirves con un poco de nata montada o helado de vainilla… no te lo van a perdonar (porque te la pedirán siempre).
La receta en modo rápido está aquí.
Ingredientes (8 porciones)
- 3 manzanas medianas (2 para la masa, 1 para decorar)
- 180 g de harina de repostería
- 8 g de levadura química (½ sobre)
- 3 huevos
- 100 g de azúcar moreno
- 175 ml de leche
- 1 cucharadita de canela en polvo
- Mermelada de albaricoque (para dar brillo)
- Mantequilla y harina para engrasar el molde
- Frutos rojos (opcional) para decorar
Equipamiento
- Molde de tarta de unos 22 cm
- Batidora o procesador de alimentos
- “El pelador” como yo digo (no pienso usar otro más que este en la vida, de hecho antes odiaba los peladores y pelaba a cuchillo, pero ahora todo ha cambiado con este pelador)
Instrucciones paso a paso
1. Prepara la base
Precalienta el horno a 180 °C. Engrasa el molde con mantequilla y espolvorea un poco de harina.
Pela y corta en dados 2 manzanas. En el vaso de la batidora, tritura estas manzanas junto con la harina, levadura, canela, huevos, azúcar y leche, hasta obtener una masa homogénea.
2. Monta la tarta
Vierte la mezcla en el molde. Pela la manzana restante y córtala en láminas finas. Colócalas con mimo sobre la superficie de la masa, en forma de espiral o abanico.
3. Hornea con paciencia
Lleva al horno y hornea durante unos 40 minutos. Si se dora demasiado rápido por arriba, cubre con papel de aluminio en los últimos 10 minutos.
4. Da el toque final
Saca del horno y deja templar. Unta con mermelada de albaricoque para un acabado brillante. Añade frutos rojos si te apetece.
5. Disfrútala
Sirve templada o fría. Acompañada de una infusión o un café con leche, sabe a hogar.
Descubre más desde Masa de madre
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.