Si alguna vez has soñado con cultivar tus propios tomates, cortar un poco de albahaca fresca justo antes de cocinar, o simplemente ver brotar algo que sembraste con tus manos, esta guía es para ti.
Empezar un huerto en casa no requiere experiencia previa, solo ganas de aprender, un rincón soleado y un poco de constancia.
Además de ser una forma económica y saludable de llenar tu mesa de alimentos frescos, tener un huerto es una de esas actividades que alimentan algo más que el cuerpo: te conectan con la tierra, calman el ritmo, y se convierten en una escuela viva para los más pequeños de la casa.
Aquí te cuento todo lo que necesitas saber para dar el primer paso.
1. Elige el mejor lugar: la luz es clave
Lo más importante es que tu huerto reciba al menos 6 horas de sol directo al día. Ese será el motor del crecimiento de tus plantas.
¿Tienes jardín? Estupendo. ¿Solo tienes un balcón, una terraza o una ventana soleada? También puedes empezar allí. Incluso con poco espacio, es posible cultivar hierbas, verduras pequeñas y hasta tomates.
Lo esencial es que el espacio tenga buen drenaje para que las raíces no se ahoguen. Si el suelo o la superficie retiene demasiada agua, las plantas sufrirán. En balcones o interiores, puedes usar platos bajo las macetas, pero asegúrate de vaciarlos después del riego.
2. Usa los recipientes adecuados
Si no puedes plantar directamente en tierra, las macetas son tus grandes aliadas. Escoge aquellas que tengan agujeros de drenaje en la base y que se adapten al tipo de planta que quieras cultivar:
- Para hierbas aromáticas: macetas pequeñas son suficientes.
- Para zanahorias, rábanos o patatas: necesitarás macetas profundas.
- Para tomates o calabacines: recipientes medianos o grandes, según la variedad.
Elige el material que más se adapte a ti: plástico (ligero y económico), terracota (más estético y poroso), o madera (ideal para jardines rústicos y ventilación natural).
3. Prepara un buen sustrato: aquí empieza todo
El sustrato es el hogar de tus plantas, y su calidad marcará la diferencia.
Si tienes tierra del jardín, mézclala con compost o abono orgánico para enriquecerla. Si cultivas en macetas, lo mejor es usar un sustrato específico para huerto urbano: ligero, con buen drenaje y lleno de nutrientes.
Algunos ya vienen con fertilizantes naturales de liberación lenta, lo que te facilita aún más el trabajo si estás empezando.
4. ¿Qué plantar si eres principiante?
Comienza con plantas fáciles, resistentes y agradecidas. Aquí tienes algunas buenas opciones:
🌿 Hierbas aromáticas: albahaca, orégano, menta, tomillo, perejil.
🥬 Hojas verdes: lechuga, espinaca, rúcula.
🥕 Raíces pequeñas: rábanos, zanahorias.
🍅 Tomates cherry o enanos: ideales para macetas.
🥒 Pepinos y calabacines: si tienes espacio y una guía para que trepen.
Elige según el clima de tu zona y la temporada. Si dudas, en el vivero local sabrán orientarte muy bien.
5. Riega con sentido
Ni poco ni demasiado: el secreto está en el equilibrio.
- Riega temprano por la mañana o al atardecer.
- Evita mojar en exceso las hojas (sobre todo si no hay buena ventilación).
- Comprueba la humedad introduciendo un dedo en la tierra: si sale seco, toca regar.
En jardines grandes, un sistema de riego por goteo puede facilitar mucho las cosas. Para macetas, una regadera pequeña es perfecta.
6. Protege tu huerto de plagas (sin químicos agresivos)
Tener un huerto vivo es atraer vida… y también algún que otro visitante no deseado. Pero no te alarmes: hay soluciones naturales y efectivas.
- Inspecciona regularmente hojas y tallos.
- Limpia hojas secas o plantas enfermas.
- Usa preparados caseros: como infusiones de ajo, jabón potásico o aceite de neem.
- Fomenta la biodiversidad: mariquitas y abejas son grandes aliadas.
Un huerto equilibrado se defiende mejor por sí solo.
7. Disfruta del proceso
No hay nada como cosechar una lechuga que sembraste tú mismo, o cortar una ramita de albahaca antes de cocinar.
Cada planta que crece es una pequeña victoria, y cada error, una lección.
Además, este espacio puede convertirse en un rincón de descubrimiento para los niños, una forma de aprender sobre la naturaleza, la paciencia y el cuidado del entorno de forma viva y concreta.
Consejos extra para mejorar con el tiempo
📌 Fertiliza regularmente: usa compost, humus de lombriz o abonos naturales.
📌 Rota los cultivos si tienes espacio: así evitas enfermedades del suelo.
📌 Lleva un cuaderno de huerto: anota lo que siembras, cuándo lo haces y qué tal se da. Te sorprenderá lo útil que resulta año tras año.
Empezar un huerto en casa es más sencillo de lo que parece. Lo único que necesitas es dar el primer paso.
No hace falta tener todo controlado para comenzar; comenzar es lo que te permitirá aprender.
Y quién sabe… tal vez dentro de poco estés regalando tomates a tus vecinos.
🌱 Sígueme para más consejos prácticos, inspiración y recursos para que tu huerto crezca contigo, temporada tras temporada.
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